Cucarachas, ratas, ratones, topillos, avispas, orugas, hormigas, chinches, carcoma, termitas, pulgones, orugas, arañas, ácaros… son vecinos normalmente no deseados que pudiéramos encontrarnos dentro de nuestra Comunidad de Propietarios.
Tipos de Plagas en las Comunidades de Vecinos
El tema de plagas en las comunidades es más habitual de lo que muchas veces pensamos. Suele ser un problema recurrente y que causa preocupación en vecinos, visitantes y trabajadores en la comunidad.
Debido a esto, las comunidades intentas prevenirlas y controlarlas.
Aunque pueden aparecer diferentes plagas dentro de una comunidad, las más habituales que pueden surgir son:
CUCARACHAS:
Las resistentes cucarachas… este insecto suele crear aversión a muchas personas e incluso pánico y quizás es el más habitual protagonista cuando padecemos una plaga de insectos en una comunidad.
Decimos esto, porque la cucaracha es un insecto duro y resistente que por su tamaño puede colarse en diferentes sitios, lo que, en sí mismo supone ya un peligro sanitario que puede agravarse con celeridad debido a que se pueden reproducir y proliferar muy rápidamente, con los problemas que conllevaría esto.
Por sus características pueden habitar en lugares húmedos como pueden ser desagües o el alcantarillado. Esto hace que suelan aparecer en elementos o zonas comunes como son el garaje, cuartos de instalaciones, pasillos de trasteros, jardines, afectando por ejemplo a cocinas, aseos, etc.
Cuando hablamos de cucarachas en nuestros edificios, y sin ánimo de entrar en detalles técnicos, es bueno saber que, básicamente, hay DOS TIPOS habituales:
Tenemos por un lado las “rubias”, que suelen proceder de algún punto, mobiliario o espacio sucio, con frecuencia localizado en algún piso desocupado, con basura, muebles introducidos de la calle, o con personas con síndrome de Diógenes. Esta plaga en particular conlleva un problema para la comunidad: Los tratamientos en zonas comunes y zonas colindantes no resuelven el problema de forma definitiva, si no se logra atender y eliminar el foco del problema, en espacio privativo.
Por otro lado, reconocemos a las cucarachas “negras” (más grandes), que suelen entrar a los edificios procedentes del alcantarillado de las inmediaciones a través de los conductos del saneamiento, arquetas, bajantes, sumideros, rejillas, por lo general desde las zonas de sótanos. Para tratar y resolver con éxito este tipo de plaga conviene coordinar trabajos en espacios comunes interiores del inmueble, al mismo tiempo que se aplican tratamientos en las inmediaciones y alcantarillado público colindante, normalmente por los servicios municipales de la población en la que se encuentra nuestra comunidad.
HORMIGAS:
Las hormigas suelen ser comunes normalmente en comunidades que tienen en sus instalaciones zonas ajardinadas ya que este es su hábitat por naturaleza, aunque hemos de decir que pueden encontrarse en cualquier parte. También es frecuente que nos visiten desde parques y jardines de los alrededores, y en general zonas sin construcciones humanas.
Además de estar en estas zonas también es habitual que se cuelen en el interior de los edificios donde, a veces, llegan a los hogares y a las cocinas, con el problema que esto genera al ser un lugar donde hay comida.
Estos laboriosos insectos, incansables en sus cientos de variedades diferentes, llegarán a donde menos nos imaginamos.
ROEDORES:
Muchas comunidades se ven afectadas ratas y ratones (y podemos hablar también de los topillos en las zonas ajardinadas) que invaden plácidamente las comunidades, aprovechándose de la existencia de todo tipo de alimentos a su alcance en nuestros residuos y basuras y en nuestros desagües.
En este tipo de plaga es especialmente importante actuar y resolver cuanto antes, ya que los parásitos que los acompañan pueden generar muchos problemas relacionados con la salud, tanto a las personas como a nuestros animales domésticos.
Además, pueden ser destructivos con algunos elementos del interior de la comunidad. Por ejemplo, es frecuente que haya daños y averías en los porteros automáticos y videoporteros de las comunidades, porque roen los cables.
Se suelen colar por cualquier hueco que haya, por ejemplo, en garajes o cualquier otro.
Es frecuente detectar a estos vecinos ocultos en nuestros sótanos, cuando se hacen trabajos de limpieza, vaciado o pocería.
Para evitar que haya roedores en la comunidad o alrededor de la vivienda, podemos dar una serie de recomendaciones:
- No acumular residuos o basuras; se deben llevar a los contenedores destinados para ello, en contenedores cerrados.
- Hacer limpieza constante en la comunidad.
- No arrojar alimentos de forma descontrolada a animales que haya por alrededor de la comunidad. La intención puede ser buena, pero si no tenemos cuidado, el perjuicio puede ser serio.
- Los depósitos de agua existentes en la comunidad deben ser cubiertos.
- Todos los sumideros deben ser revisados periódicamente, y tapar los huecos por los que pudieran entrar a nuestra finca roedores desde el exterior o procedentes de alcantarillados municipales. Esta necesidad se detecta con cierta frecuencia en cuartos de contadores, de basuras, fosos de ascensores, etc.
TERMITAS:
Estos insectos viven en colonias, por lo que, si los vemos, es que ya tenemos un problema. De hecho, normalmente, cuando nos damos cuenta de su existencia ya han ocasionado probablemente daños en las estructuras de los edificios, particularmente en aquellos que, por su edad o valor histórico, existen materiales comestibles, como es la madera.
Debido a que los daños ocasionados pueden ser demoledores, y es esencial acabar con la plaga si la hubiese, y revisar que no los daños no conlleven riesgos posteriores.
CARCOMA:
Cuando hablamos de carcoma nos referimos a las larvas de diferentes tipos de coleópteros (escarabajos) cuyo alimento es la madera, y al alimentarse de esta, debilitan estructuras y puede que hasta inseguras.
Una característica principal a la hora de detectar la carcoma es el hecho de tener agujeros en la madera. Cuando decimos agujero es algo visible y profundo no un simple rasguño. Si viéramos agujeros profundos en la madera probablemente el daño sea grave ya, y habría que tratar la madera de manera urgente.
AVISPAS:
Otra plaga muy común es la de las avispas. Se pueden encontrar en todo tipo de espacios, por lo general al aire libre, como por ejemplo resquicios entre ladrillos, cajones de las persianas, aparatos de aire acondicionado…
Otro lugar donde normalmente se encuentran es en los alrededores de piscinas, barbacoas o donde haya alimentos.
Sabemos las consecuencias que pueden tener el que exista un nido o plaga de avispas, por las picaduras que producen. Especial atención merece el veneno de estas pequeñas depredadoras, en caso de que seamos alérgicos, nos piquen en algún lugar delicado, o en gran número.
OJO: LAS AVISPAS NO SON ABEJAS.
Quizás porque los paneles silvestres son “similares”, alguien pudiera pedir la eliminación de un nido de avispas, cuando en realidad pudiera tratarse de abejas, especie está en riesgo de extinción y protegida por normas por las cuales no es posible su mera eliminación, siendo preciso su reubicación por empresa especializada. No podemos considerar como plaga ni como riesgo sanitario a estas increíbles productoras de miel, salvo las lógicas y normales medidas de distanciamiento y prudencia para no provocar sus picaduras (especialmente si somos alérgicos). En nuestro país, las abejas son especie protegida y todos podemos poner de nuestra parte para su preservación, incluso en los edificios en los que en ocasiones convivimos con ellas, por suerte o por desgracia, según quien lo mire.
Así, mientras que eliminar avispas en comunidades de propietarios no conlleva problema alguno, sin embargo, no podemos actuar del mismo modo si se trata de abejas.
LEGIONELLA:
La legionella es una bacteria que prolifera en medio acuático, entre otros. Podría aparecer en cualesquiera aguas superficiales o estancadas con temperaturas superiores a 35ºC.
En nuestras comunidades, pudieran surgir en los depósitos de agua que abastecen a los grupos de presión de agua potable, o quizás en los relacionados con equipos de climatización, fuentes, puntos de riego, etc.
Esta bacteria provoca en los humanos una enfermedad llamada legionelosis. Al parecer, esta bacteria podría penetrar en nuestro pulmón por inhalación. Puede llegar a redes de tuberías, sistemas de refrigeración, fuentes y condensadores.
Las empresas de mantenimiento que trabajan en las comunidades de propietarios atienden y han de revisar periódicamente las instalaciones de riesgo, aplicando productos y tratamientos preventivos.
Responsabilidad en la gestión y control de las plagas en la comunidad
¿Quién es el responsable de eliminar una plaga en una comunidad de propietarios?
Pues, depende. Depende, por ejemplo, de dónde se localice el foco, de cuál sea el origen.
Veamos algunos ejemplos.
Si el origen de las plagas es dentro de la Comunidad de Vecinos
Si descubrimos que existe alguna plaga en espacios, elementos o instalaciones de la comunidad de vecinos, la responsabilidad recaerá sobre la comunidad.
Las comunidades de vecinos pueden utilizar, según el caso, los servicios de las empresas de mantenimiento de las instalaciones envueltas, la empresa de limpieza, una empresa de control de plagas, de jardinería, o incluso, si el inmueble cuenta con una buena póliza comunitaria, con la cobertura, sin coste, del seguro comunitario.
Dependiendo de la compañía que tengamos contratada, con la póliza de seguro de la comunidad podemos ver cubiertos con tratamientos paliativos y de choque, los problemas que tengamos con ratas, ratones, avispas, hormigas, y en general el CONTROL DE PLAGAS GRATIS.
Por cierto, ¿debe el conserje echar los productos contra las plagas?
En las comunidades que cuentan con conserje (propio o mediante una empresa de servicios), con frecuencia se le pide al trabajador que eche productos insecticidas, matarratas o plaguicidas, pero debe tenerse en cuenta que la normativa obliga a que el profesional cuente con una determinada cualificación para el uso de tratamientos fitosanitarios.
En todo caso, sea cual sea el recurso que utilice la Comunidad, incluso si fuera necesaria una contratación o un desembolso, debemos recordad que el artículo 10.1 de la Ley de Propiedad Horizontal dice lo siguiente:
“Tendrán carácter obligatorio y no requerirán de acuerdo previo de la Junta de propietarios, […], las siguientes actuaciones: a) Los trabajos y las obras que resulten necesarias para el adecuado mantenimiento y cumplimiento del deber de conservación del inmueble y de sus servicios e instalaciones comunes, incluyendo en todo caso, las necesarias para satisfacer los requisitos básicos de seguridad, habitabilidad y accesibilidad […].”
Esto sería así siempre que el origen de la plaga proceda de zonas comunes como son, garajes, jardines, arquetas, desagües, etc.
De hecho, la Ley de Propiedad Horizontal establece que, aunque existan vecinos que no se vean afectados por dicha plaga, en caso de que hubiera que efectuar desembolsos o incluso recaudar los fondos mediante una derrama extraordinaria (por ejemplo, para un tratamiento global de la madera por plagas de termitas o carcoma) todos los propietarios deberán realizar el pago.
Si el origen de las plagas se localiza en el interior de una vivienda de la comunidad de vecinos
Si el origen de una plaga procediese de una vivienda particular, en este caso, el responsable sería el propietario o propietarios de la vivienda. Se deberá hacer cargo de esta y deberá eliminarla.
Como ya se ha explicado, un tratamiento por la comunidad en las zonas colindantes no resolverá el problema, si el foco se encuentra ubicado dentro de una propiedad particular, cuya conservación es obligación de su titular, así como de los daños y perjuicios que pueda ocasionar a otros.
¿Cómo controlar las plagas dentro de mi comunidad?
Lo primero que habría que hacer es contar con un buen servicio de limpieza de la comunidad. Se deberían realizar revisiones de manera periódica para controlar que no existan plagas y si se detectasen poderlas eliminar rápidamente.
En el caso de la jardinería, igualmente habría que prever la aparición de plagas según lo que se puede hacer en cada época del año. Un ejemplo de ello es la muy diferente forma de enfrentarse a las orugas procesionarias.
En el caso de la pocería y saneamiento de la finca, muchas fincas cuentan con un servicio de limpieza periódico que, además de prever atascos, favorece la detección de anomalías y huecos a tapar.
Podemos hablar de varias actuaciones importantes en general:
DESINSECTACIÓN:
Su objetivo es eliminar los insectos que existan. Aunque queramos eliminar las plagas, no se debería abusar de los productos químicos para este fin ni del insecticida. Siempre hay que intentar respetar el medio ambiente y a las personas.
DESINFECCIÓN:
Sería para sanear y así poder destruir o eliminar los microorganismos patógenos, tales como bacterias, hongos o virus.
FUMIGACIÓN:
Es más agresiva, consiste en aplicar un “gas”, como pudiera ser el bromuro de metilo en caso de aparición de chinches. Pero en su aplicación por profesionales especializados, hay que tener mucho cuidado ya que es muy dañino para la salud. Es tan agresivo que se debe realizar una medición después de realizarse la fumigación para ver si hay restos de toxicidad en el ambiente que se ha tratado.
CONTROL BIOLÓGICO:
Consiste en emplear enemigos naturales para controlar los organismos que causan daños a los cultivos. Reduce la plaga para que, entre otros, no haya daños económicos.
Hay distintos tipos de control biológico:
– Control biológico clásico:
Se introduce una especie exótica para que llegue a ser parte de la fauna de la zona donde exista la plaga.
– Control biológico aumentativo:
Se trata de aumentar la población de enemigos naturales que se liberarían diferentes veces al año.
– Control biológico por conservación:
Consiste en cambiar el lugar para proteger y que haya más población de enemigos naturales.
Es delicado este método pues si no se cuenta con un buen asesoramiento, el desequilibrio resultante puede agravar el problema o generar otros peores.
DESRATIZACIÓN:
Como bien indica su nombre la desratización trata de eliminar las ratas o ratones del lugar en el que se efectúe. Como ya se ha mencionado los riesgos derivados del contacto con estos animales y/o sus deposiciones, guardan relación con los parásitos que tienen y que pueden ser transmitidos a animales domésticos y humanos.
Con frecuencia, el éxito de los tratamientos de control de plagas depende de contar con profesionales especializados al servicio de las comunidades de propietarios.
A todos nos gusta la naturaleza y los animales, pero entendemos que “cada uno debe estar en su lugar” y también en nuestra comunidad deseamos propiciar una buena convivencia, sabiendo que todos los residentes son bienvenidos por los problemas y riesgos que pueden acarrear, como es el caso de las plagas en edificios y residenciales.
Esperamos que esta información te haya resultado interesante y de utilidad.
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